PLAN DE ONCE AÑOS

jueves, 21 de enero de 2010

¿Qué es el plan de once años y por qué surge?
Este plan nace por la necesidad de combatir el rezago educativo en nuestro país. Durante el mandato presidencial de Adolfo López Mateos, México se encontraba en excelentes situaciones industriales y económicas, pero en el ámbito educativo las cifras no eran del todo favorables. Entonces, ¿Por qué el rezago educativo era evidente si la situación económica nos favorecía?, el problema estaba en el número de población que tenía nuestro país, el incremento se daba de forma notable año tras año. Debido al alto índice de natalidad las escuelas no eran las suficientes para atender a toda la población, y de las pocas escuelas que existían no eran del todo accesibles, esto es porque las familias presentaban serios problemas económicos, la agricultura como forma de sustento económico había quedado atrás siendo remplazado por la mano de obra calificada, técnicos, obreros y profesionistas. Estas eran las demandas del país en esos tiempos.
Para solucionar el problema de rezago educativo, Jaime Torres Bodet propone el Plan Nacional de Expansión y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria (Plan de Once años), el cual fue aprobado el 1º de Diciembre de 1959. Dicho plan tenía la finalidad de mejorar la educación en un periodo de once años. Sin embargo era un tanto difícil empezar un proyecto cuando la población ya se encontraba en desventaja en el ámbito educativo. Las ambiciones propuestas por la nueva estrategia eran claras y prometían un panorama alentador, para ello se hicieron diversos estudios como: cuánta población rural y urbana necesitaban de educación, cuántas escuelas deberían de construirse y cuántos maestros se requerían; lo único con lo que contaban era la población numerosa de niños en edad escolar que no asistían a la escuela, por otro lado, hacían falta escuelas y maestros.
Para solucionar los problemas en cuanto a los maestros, se realizaron diversas acciones, por ejemplo: se contrataron a jóvenes egresados de la secundaria quienes recibieron capacitación docente durante su labor, por otro lado, se recuperaron a maestros que habían culminado su carrera magisterial pero que ya no ejercían su labor profesional por falta de oportunidad en las comunidades urbanas. El otro punto era solucionar la falta de planteles educativos, para ello se lanza la convocatoria a sectores privados quienes quisieran apoyar en la construcción de aulas. Fueron diversos las empresas quienes atendieron a este llamado, el más sobresaliente de ellos fue el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), dichas escuelas construidas por este comité presentaba una característica importante en el medio rural, ya que además de construir los salones de clases también construían un cuarto especial en donde el maestro podía quedarse para no tener que viajar diario a una zona urbana.
Debido a que el proyecto educativo estaba considerado en once años los cuales abarcaban dos periodos presidenciales, su continuidad y eficacia no eran del todo seguras. Una vez que el Adolfo López Mateos deja el cargo y la presidencia es asumida por Gustavo Díaz Ordaz el plan educativo sigue su curso a pesar de no contar con el mismo presupuesto y las mismas ganas con las que había iniciado. Conociendo el fracaso de esta estrategia educativa nos preguntamos ¿Por qué no se concluyo como se tenía pensado si se hicieron todos los esfuerzos necesarios?, las medidas que se tomaron para solucionar la carencia de maestros y escuelas fueron favorables, sin embargo, el plan de once años fracaso por el hecho de ser un proyecto a largo plazo, es decir, durante los años que se implementó, la población continuaba creciendo de manera rápida y numerosa provocando un mal cálculo en el presupuesto. Las zonas rurales eran las más afectadas ya que gran parte de sus habitantes en edad escolar no asistían a la escuela, a diferencia de las zonas urbanas (principalmente en el norte de nuestro país) en donde las cifras eran excelentes.
Entonces ¿el plan de once años no provocó cambios en nuestra educación durante su implementación?, claro que sí. Debido al proyecto se construyeron más escuelas en nuestro territorio, principalmente en las zonas que carecían de ellas. La necesidad de maestros fue tal que se abrieron nuevos centros de enseñanza pedagógica (normales) y, principalmente, el número de matriculas de educación primaria tuvo un crecimiento notable, el problema estaba que no se podía lograr que todos los que iniciaban la educación básica la concluyeran satisfactoriamente.
Es sorprendente enterarnos que durante el periodo del plan de once años la necesidad de maestros era bastante, llegando a la opción de contratar como educadores a jóvenes que concluían la secundaria. Si comparamos la situación de esa época con la actual, podemos darnos cuenta que en ambos existe la carencia de escuelas en algunas zonas del país, de igual modo, el número de personas en edad escolar que no asisten a una institución educativa es significativo. Lo único en lo que contrastan es que en la actualidad parece ser que los maestros son más de los requeridos, sin embargo no es así, porque si se construyeran escuelas en los lugares que no hay y que se necesitan, creo que al igual que en esa época harían falta muchos maestros.

ESCUELA SOCIALISTA

martes, 29 de diciembre de 2009

La escuela socialista tiene sus inicios en nuestro país después de la Revolución Mexicana, son los diputados del PNR (Parido Nacional Revolucionario) quienes proponen modificar el artículo tercero constitucional en 1932, pero fue hasta 1934, durante el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, que el Congreso de la Unión aprobó esta propuesta quedando el artículo 3º de la siguiente manera:
“Corresponde al estado (Federación, Estados y Municipios) el deber de impartir con el carácter de servicio público la educación primaria, secundaria y normal debiendo ser gratuita y obligatoria la primaria. La educación que se imparta será socialista en sus orientaciones y tendencias, pugnando porque desaparezcan los prejuicios y dogmas religiosos y se cree la verdadera solidaridad humana sobre las bases de una socialización progresiva de los medios de producción económica”
Una vez reformado el artículo 3º era cuestión de impartirla a nivel nacional, pero, ¿Cuáles eran las bases de la enseñanza socialista? Y ¿Cómo fue su aceptación en la ciudadanía? Primeramente, la escuela socialista estaba fundada en los ideales de la Revolución Mexicana y tenía como prioridad abatir el fanatismo y el adoctrinamiento religioso en las escuelas. La educación socialista debía atender a todos los ciudadanos, y sobre todo, haciendo énfasis en las clases más desposeídas. La escuela pretendía formar una juventud socialista fuerte, tanto física como intelectualmente, libre de prejuicios religiosos, tanto en los campos como en las ciudades y, sobre todo, que fueran ciudadanos que ayudaran al mejoramiento del país.

Sin embargo, la creación de la escuela socialista genera conflictos en nuestro país debido a las interpretaciones que se le da al artículo 3º, grupos religiosos y diversas asociaciones consideran a la educación socialista como un método antirreligioso, de igual modo, las malas interpretaciones son por parte de los maestros quienes inician una lucha personal con la iglesia. Así mismo, grupos de padres de familias se oponían a la educación socialista porque en sus aulas enseñaban temas relacionados con la sexualidad, considerando esto como inmoral.
A pesar de que había grupos en contra de la educación socialista también las había a favor de ésta, en dichos grupos se encontraban algunos padres de familia, asociaciones antirreligiosas, sindicato de maestros, organizaciones femeniles, etcétera.
Durante este conflicto entre grupos a favor y en contra de la escuela socialista se tomaron medidas drásticas, por ejemplo, la iglesia consideraba y hacía creer a sus fieles que la educación era antirreligiosa, de este modo, afirmaba que ningún católico podía ser socialista o instruir esta enseñanza o de carácter sexual, o bien, quien mandaba a su hijo a una escuela socialista estaría cometiendo un pecado capital. Estas afirmaciones provocaban que muchos padres de familia dejaran de mandar a sus hijos a las escuelas por miedo a la excomunión.
Uno de los personajes que comandaba la lucha antirreligiosa era Plutarco Elías Calles quien causaba destrozos de manera violenta en las comunidades religiosas, fue entonces que Lázaro Cárdenas con el fin de controlar el conflicto religioso decide suprimir la escuela socialista y expulsar del país a Elías Calles, lo primordial para el presidente Cárdenas era preservar la paz y no derrumbar los avances que el pueblo había conseguido durante la revolución.

Comentado acerca de los conflictos, nos preguntamos ¿Por qué esta educación tuvo problemas al ser impartida? A mi parecer, considero que los conflictos se generaron porque en el artículo tercero se hacía énfasis en cuanto a lo devoto, es decir, se hacía mención de que la educación debería estar alejada de cualquier dogma religioso, esto provocaba un insulto directo a las asociaciones creyentes quienes consideraban a esta educación como ateísta. Así mismo, como ya lo menciones anteriormente, algunas personas a favor del socialismo malinterpretaron los fragmentos y consideraban que lo conveniente era destruir físicamente las iglesias. Todo lo anterior se produjo por la mala interpretación, es por ello que en la actualidad podemos observar que el artículo tercero tiene una mejor definición acerca del laicismo, afirmando que la educación debe estar lejos de cualquier dogma político o religioso, respetando cada una y sin tener preferencias.
Y con respecto a los maestros ¿Cómo aceptaban la escuela socialista? Muchas son las investigaciones que afirman que gran parte de los docentes no tenían una idea acerca de la escuela socialista ni acerca de lo que defendían en sus luchas, esto se debió a la falta de información, sobre todo en las zonas más apartadas de los conflictos.

Cabe destacar que durante el periodo de la escuela socialista se crearon albergues, internados y escuelas técnicas que satisfacían a las necesidades de los pueblos. Así mismo, se integro a la educación básica el nivel de secundaria y se le dio al estado la obligación de atender estas demandas de los ciudadanos.
En general, la escuela socialista desencadenó una serie de confrontaciones durante su implementación, pero las decisiones tomadas por Lázaro Cárdenas impusieron de nuevo la tranquilidad.

LA ESCUELA RACIONALISTA

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Escuela Racionalista se fundó en 1901 bajo el nombre de Escuela Moderna. El precursor de dicha corriente fue Francisco I Ferrer Guardia quien afirmaba que el alumno debería aprender mediante la razón y el pensamiento propio, que todo lo que se le enseñara debería estar comprobado y lejos de la superstición.
Francisco Ferrer I Guardia nació el 10 de enero de 1859 en Alella, España. Durante su etapa adulta se va a Francia en donde toma las ideas educativas para formar la Escuela Moderna. Al regresar a España, en 1901, forma su escuela en Barcelona con la ayuda económica de Ernestina Meunier una de sus ex-alumnas. En 1906 se le acusa de complicidad por un atentado en contra del rey Alfonso XIII provocando el cierre de sus escuelas y su encarcelamiento por unos meses. Después de ser liberado, Ferrer Guardia se va a Francia y a Bélgica en donde funda la Liga Internacional para la Educación Racional de la Infancia. En su intento de impulsar la Escuela Moderna Ferrer Guardia se enfrentó a diversos problemas, muchas personas no estaban de acuerdo con su forma de enseñar ya que consideraban que estas escuelas eran de trabajo porque solo preparaban al sujeto de acuerdo a su contexto, de igual modo, a Ferrer Guardia se le llego a considerar anarquista y ateo. En 1909 regresa a España en donde es detenido por los mismos cargos que se le acusó anteriormente, además, se le culpaba de provocar las manifestaciones que llevaron a la Semana Trágica. Debido a las acusaciones en su contra es considerado culpable y ejecutado en la prisión de Montjuich el 13 de octubre de 1909.
Durante su vida Ferrer Guardia manifestó su repudio hacia las escuelas de su época ya que consideraba que eran “Escuelas Cárcel” debido a que al alumno se le obligaba a estar todo el día en las aulas y desaprovechaba los espacios naturales que existía a su alrededor, así mismo, Francisco Ferrer no aceptaba que en las escuelas se le impusiera al niño una dirección, afirmando que debería existir una libertad de aprendizaje y libertad de formación del sujeto.
Los enemigos de Ferrer Guardia pensaban que con su muerte las bases de la Escuela Moderna desaparecerían, sin embargo, es por este motivo que sus ideas se expanden y la Escuela Moderna comienza cobrar fuerza, esto porque a Ferrer Guardia se le consideró una victima de la reacción y el oscurantismo.
Después de la muerte de Francisco Ferrer los encargados de propagar la Escuela Moderna fueron los grupos anarquistas y las sociedades obreras de librepensadores.
La Escuela Moderna intentaba que el pensamiento de los educandos fuera libre, así mismo, se enfocada en potencializar al individuo tomando en cuenta sus intereses para su desarrollo propio como el de la comunidad en la que se encontraba. Esta escuela manejaba la idea de que el alumno se hiciera cómplice de su propio aprendizaje y que se formara por la ciencia y la razón. Las intenciones de la Escuela Moderna eran claras, procuraban formar personas instruidas, verídicas, justas y libres de todo prejuicio, que no estuviesen dogmatizados, para ello su enseñanza se basaba en la razón de las ciencias naturales.
Con la implementación de la Escuela Moderna se pretendía que la formación del hombre y la mujer fuera idéntica, también intentaba eliminar los yugos que tenían, sobre todo las mujeres. Es por ello que el lema de la Escuela Normal Racionalista era “Aquí les traigo la libertad”.
Como ya mencionamos, la Escuela Moderna atendía a todas las personas por igual, sin importar el sexo, edad, religión o nivel socioeconómico.
Para promover la Escuela Moderna se realizaron distintas actividades, durante ese periodo se escribían libros y se repartían boletines relacionados con esta educación con la finalidad de que las personas estuviesen enteradas de sus intenciones y las formas de trabajo.
La Escuela Moderna manejaba tres formas de enseñar: objetiva, comprensión Gráfica y la comprensión abstracta; y su periodo fue de 1912 a 1934.
El inicio de la Escuela Moderna fue un gran paso para las escuelas que conocemos hoy en día, por ejemplo, en la actualidad vemos que las escuelas manejan una enseñanza basada en la razón y la comprobación de las cosas, así mismo, las intenciones son similares ya que ambos, tanto la escuela racionalista como la actual, pretenden formar individuos fuera de cualquier adoctrinamiento. Sin embargo, también podemos darnos cuenta de que hay un retroceso en la educación ya que la “Escuela Cárcel” aún esta presente en nuestro entorno, vemos escuelas en donde los alumnos están dentro del salón durante toda la jornada escolar y salen únicamente en la hora del recreo o cuando tienen Educación Física, pareciera que esto es algo irrelevante, pero hay que tomar en cuenta que el alumno es un pequeño explorador que por más que quisiéramos no podemos hacer que esté quieto en su lugar. Del mismo modo, en muchas escuelas se puede notar que al alumno no se le da la oportunidad de razonar y aprender por su propia cuenta y sobre todo, en muchas ocasiones no se le da la explicación del porque de las cosas.
“El surgimiento dela Escuela Moderna refleja la necesidad de las personas de su época, así mismo, atiende las actuales”.

El carácter laico de la educación y las reformas al artículo 3°

lunes, 9 de noviembre de 2009

En nuestra constitución mexicana están estipulados diversos artículos con la finalidad de generar un orden de convivencia entre los ciudadanos, muchos de ellos han sufrido modificaciones desde su formulación debido a que con el transcurso del tiempo han surgido diversas inconformidades o falta de claridad en dichos apartados. Un párrafo que han sufrido diversas reformas es el artículo tercero.
Las reformas a este artículo se deben a que dentro de sus líneas se maneja a la educación como “laica” que proviene de la palabra griega Laos, que significa pueblo llano. La idea de que la educación sea laica surge durante la revolución francesa entre los siglos XVIII- XIX, esto se debe a que en dicho lugar la formación era impartida por la iglesia. Uno de los puntos más importantes que surgieron durante esta etapa era que las mujeres deben tener el mismo derecho que los hombres a la educación y que dicha actividad debería ser impartida por el estado. Uno de los principales impulsores de la instrucción laica fue el Marques Antonio María de Condorset quien decía que cuando se hablaba de laico se hacía referencia a que no debía haber una preferencia religiosa ni política. Sin embargo surge otro personaje, Le Peletier, quien decía que la idea de tener una educación laica e igual para todos uniformaría a los niños y que la escuela se convertiría en un espacio de adoctrinamiento por parte del estado ya que serían ellas las encargadas de impartir la educación. De igual manera, surgen muchas ideas de que la educación laica era atea, provocando diversas inconformidades por parte de las personas.
Por otro lado, en esas épocas, en nuestro país surgen las garantías individuales en donde se hace mención a la libertad de enseñanza, dichas garantías decían que todos los ciudadanos habrían de tener educación para desarrollar facultades humanas, como el amor a la patria y el amor a la ciencia y a la investigación. Es por ello que el 5 de febrero de 1857 Ignacio Comonfort promulga el artículo tercero en donde se mencionan que la enseñanza habría ser libre y los encargados de impartirla deberían de tener un título para poder ejercer.
Sin embargo, esta promulgación del artículo tercero tuvo varias inconformidades, provocando, junto con otros factores importantes la Revolución Mexicana, es por ello que uno de los discursos tratados durante la revolución era en relación a la educación.
Fue hasta el 5 de febrero de 1917, después de la revolución, cuando Venustiano Carranza retoma los párrafos del artículo 3º y publica que la educación que se de en los establecimientos locales debería ser libre pero laica, al igual que gratuita.
Sin embargo el punto de “gratuidad” no era del todo cierto, ya que las personas tenían que pagar una cierta cantidad la cual servía para el sustento de la institución ya que el dinero proporcionado por el gobierno no era lo suficiente para llevar a cabo su labor.
Como podemos observar, fue en ese momento en el cual se introduce el término de laico en nuestra educación.
Sin embargo, la cuestión del laicismo no quedo ahí, ya que después de la constitución de 1917 surgen otras reformas sobre el artículo tercero.
Primera reforma: 13 de diciembre de 1934.
Fue durante el periodo de Lázaro Cárdenas y establecida por los diputados del PNR en donde se destacaba que la educación debería de ser socialista y basada en la verdad científica, así mismo, la educación que se impartiera en todos los tipos y grados habría de ser de carácter público y responsabilidad de la federación, los estados o el municipio. Otro punto importante, es que surgen las restricciones para las escuelas privadas.
Segunda reforma: 30 de diciembre de 1946
Realizada durante el periodo de Miguel Alemán Valdez en el cual se hace mención a que la educación impartida por la federación, estado o municipio tenderá al desarrollo armónico de todas las facultades del se humano, como la solidaridad, amor a la patria y el progreso científico. Y de igual forma, la educación habría de ser ajeno a cualquier religión.
Tercera reforma: 9 de junio de 1980
Esta reforma se hace en el periodo de José López Portillo, la característica que se destaca es que se le da la autonomía a la universidad con la finalidad de que sean ellas las encargadas de su sustento alejado de cualquier influencia religiosa o política, así mismo, se le otorga la responsabilidad de la educación.
Cuarta reforma: 28 de enero de 1992
Hecha por el diputado del PRI Luis Dalton, durante el periodo de Carlos Salinas de Gortari. Se retoma la característica del laicismo, en donde se afirma que laico se entiende por carencia de algún dogma, es decir, no privilegiaba ni prohibía ninguna religión. Así mismo, se declara a la educación primaria y secundaria como básica.
Quinta reforma: 5 de marzo de 1993
El presidente Carlos Salina de Gortari retoma la reforma anterior y alarga los niveles de educación básica, considerando ahora como tales los niveles de preescolar, primaria y secundaria, de tal modo que todos los niveles atendieran las necesidades de cada población con la finalidad de cubrirlas. De igual manera, la Educación superior se responsabiliza de los avances científicos y tecnológicos.
Sexta reforma: 12 de noviembre de 2002
Al igual que las dos reformas anteriores, se extiende lo que se considera la educación básica agregando el nivel de Educación inicial, la cual se encarga del cuidado personal de los niños así como prepararlos para el ingreso a la educación primaria. En esta reforma se considera educación básica a la: Educación Inicial, Preescolar, Primaria y Secundaria. Es en este periodo en donde inicia el debate de la obligatoriedad de la educación Preescolar, ya que algunos consideraban que era indispensable que el niño hubiese cursado este nivel para poder ingresar a la Primaria.
Séptima reforma: 29 de abril de 2008
Realizada en el periodo actual, donde el presidente es Felipe Calderón Hinojosa, dicha reforma es establecida por la simpatizante del PAN Elba Esther Gordillo y lleva el nombre de Alianza por la Calidad Educativa (ACE). Dicha reforma tiene como emblema “mejorar la educación” a través de apoyos de agrupaciones particulares, sin embargo, esto provocaría la privatización de la educación ya que lo que se impartiese en dicha escuela estaría regulada y establecida por la empresa patrocinadora. Cabe destacar que esta reforma no es del todo aceptada, ya que no se toman en cuenta las necesidades de las distintas poblaciones ni las opiniones de los maestros que se enfrentan día a día con la realidad de enseñar.
Propuesta del 5 de marzo de 2009
Surge en este año, es una propuesta que tiene la finalidad de incrementar los niveles de educación básica, así como el de quitar la obligatoriedad de la educación preescolar y desplazarla al nivel bachillerato, es decir, que este último nivel sea obligatorio.
Como vemos, el artículo tercero ha sufrido distintas reformas, sin embargo, cabe destacar que no todos los puntos estipulados reflejan la realidad que vivimos, ya que la educación es establecida como “gratuita” y vemos que para que un niño ingrese a una institución debe pagar una cuota; es considerada “laica” y observamos que las labores educativas son suspendidas por celebraciones de fechas “tradicionales”…, en fin, el artículo tercero ha sufrido diversos cambios debido a que todo lo relacionado a la educación debe quedar claro y de la mejor manera ya que esta es la base del progreso tanto individual como colectivo. No se cuantas reformas más existan con el transcurrir del tiempo, lo que si se es que en el ámbito educativo nos falta mucho camino por recorrer.

EL GRAN PERIODO CONSTRUCTIVO DEL MOVIMIENTO EDUCACIONAL DE MÉXICO SURGIDO DE LA REVOLUCIÓN

domingo, 6 de septiembre de 2009

Los problemas que se encontraban antes de la Revolución estaban más presentes en la población rural, debido a que era esta sociedad quien carecía de una economía sustentable e instrucción educativa. Además, los pobladores de zonas rurales eran despojados de sus tierras en un acto de abuso de autoridad. Esta población olvidada y maltratada por el gobierno representaba aproximadamente 9 o 10 millones de habitantes.
Es por lo anterior que durante la Revolución se exigía que se les devolviera las tierras a los campesinos así como que se les impartiera una instrucción educativa.
Fue entonces que en 1911 surge una Ley Federal de Instrucción Rudimentaria, la cual afirmaba que la educación debería de ser para todos de una forma obligatoria. Las primeras escuelas surgen en 1912 y eran destinadas a los campesinos, dichas escuelas eran llamadas rudimentarias porque habían sido creadas para alfabetizar e impartir los rudimentos de la instrucción, incluso algunos maestros la llamaban “escuelas de peor es nada”, afirmando de que lo pero sería que en las comunidades no existiese instituciones educativas.
La ley Federal de Instrucción Rudimentaria tenía como puntos esenciales crear escuelas en las cuales se enseñara a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, también, en esta ley se decía que las asistencias a las escuelas no serían obligatorias y que sólo se impartiría instrucción a los que fueran, así mismo, se procuraría ayudar a los estudiantes con alimentos y vestidos si lo necesitasen, todo de acuerdo a la economía de cada gobierno.
Después de un tiempo, el país se dio cuenta que éstas escuelas no eran lo que los indios y mestizos necesitaban debido a que sus condiciones de vida seguían siendo miserables como antes de que surgieran las escuelas rudimentarias. Es por ello que en poco tiempo dichas escuelas desaparecieran. Sin embargo, el fracaso de estas instituciones ayudó a que se mejorara la educación rural.
Uno de los que impulsaron la creación de la Secretaría de Educación Publica fue José Vasconcelos quien los distribuyó en tres Departamentos, uno de ellos fue el Departamento Escolar, este departamento tenía dos funciones importantes: crear escuelas rurales a lo largo del país de acuerdo a las necesidades de cada poblado y establecer escuelas especiales para las poblaciones indígenas en donde se enseñara la lengua castellana con los demás rudimentos necesarios para pasar de una escuela rural a una primaria, preparatoria, etc.
José Vasconcelos separo del Departamento Escolar un órgano que se llamó Departamento de Educación y Cultura Indígena, de la cual surgieron los Maestros Misioneros quienes eran encargados de buscar por todo el país poblaciones indígenas para estudiar sus culturas y sus necesidades, en dicho lugar los Maestros Misioneros daban conferencias acerca de la educación con la finalidad de hacerle propaganda, después de hacer un estudio social el Maestro Misionero fundaba una escuela para la comunidad y le asignaba un maestro, en dichas escuelas no sólo se enseñaba el idioma castellano, sino también todos aquellos conocimientos que le fuesen útil a la comunidad. Después de haber fundado una escuela, el Maestro Misionero iba en busca de nuevas poblaciones con necesidades educativas.
El tipo de escuela antes mencionado tuvo una buena organización y en 1923 cambiaron su nombre al de “Casas del Pueblo” debido que eran del y para el pueblo. Sin embargo algunas poblaciones también llamaban a las Casas del Pueblo como Centro Social de la Comunidad debido a que ahí se llevaban acabo diversas actividades fuera del ámbito educativo como reuniones del pueblo, centros de lectura, eventos sociales, etc.
El nombre de Casas del Pueblo sólo duro un año debido a que en 1924 se fundó el Departamento de Escuelas Rurales e Incorporación Cultural Indígena, quienes llamaron a las instituciones Escuelas Rurales Indígenas. En 1925 la Secretaría de Educación Publica dio a conocer un Plan de Trabajo de las Escuelas Rurales Federales, en dicho plan se contemplaban la enseñanza de actividades campestres y cuidados de animales, también comprendían oficios rurales, la enseñanza de la lectura, escritura, lenguaje, etc., así mismo se hacía mención de disciplinas físicas y deportivas. En general el Plan de Trabajo de las Escuelas Rurales Federales estaba más relacionado con lo que el pueblo rural necesitaba.
En los años de 1925 y 1926 se reunieron los directores de Educación Federal por invitación de la Secretaría de Educación, gracias a estas reuniones, las escuelas rurales tuvieron un gran cambio, es decir, se veían escuelas rurales mejor equipadas, con mejores instalaciones y mobiliarios, todos esos recursos eran proporcionados por el pueblo para estar más instruidos en el ámbito educativo. En estas escuelas los alumnos asistían contentos con la finalidad de aprender cosas nuevas o mejorar las que ya sabían, el maestro, por su parte, trabajaba con ánimo en las escuelas rurales a pesar de que estas tuvieran algunas complicaciones, ya sea en su estructura o mobiliario, para superarlas invitaba al pueblo y ellos daban solución a los problemas. Lo importante era la instrucción educativa a las comunidades rurales.

LOS NÚMEROS FAVORECEN A LAS MINORÍAS

domingo, 30 de agosto de 2009

Durante el porfiriato todos los estados tenían escuelas de tercera clase, mixtas o de dos turnos que estaban destinadas a las poblaciones pequeñas y dispersadas. Se cree que también las haciendas y los ranchos tenían escuelas para los hijos de los empleados, sin embargo no se tiene una cifra exacta de cuantas escuelas eran.
En el estado de San Luis Potosí había, durante el Porfiriato, 222 escuelas rurales y 206 urbanas, es por ello que el problema más importante de este estado era el de llevar la educación a las poblaciones rurales. Tamaulipas fue otro estado que le dio prioridad a la educación rural. En 1899 se organizó un Congreso Pedagógico con el objetivo de unificar la educación y “establecer un plan estatal de proyecciones al futuro”.Se levantó una estadística escolar rural y se escogieron las haciendas o ranchos que tuvieran mayor población o en la que algún vecino ofreciera el local o alguna otra ventaja.
Uno de los estados ejemplares en cuanto a la educación era Jalisco debido a que más de una tercera parte de los niños con edad escolar iba a la escuela, sin embargo aún faltaba seguir fundando otras en las rancherías y las haciendas.
Los problemas de la falta de educación en zonas rurales se debía a el despreció con el cual los liberales y positivistas veían al indio. Durante muchos años se pensó que el rendimiento del país sería mejor si se impulsaba la inmigración, sin embargo esta alternativa no tuvo éxito pronto que el desarrollo de México tendría que basarse en su propia población. A partir de la primera década del presente siglo aumentó el interés por educar al indio, como único medio de integrarlo a la sociedad. Se celebraron varios congresos agrícolas y cuatro católicos dedicados a los problemas de la raza indígena. El periodista de ese culto, Trinidad Sánchez Santos, pensaba que había que mejorar la condición del indio, antes que mandarlo a la escuela. Algunos ideólogos del Porfiriato como Francisco Bulnes, Emilio Rabasa y Francisco Cosmes compartían puntos de vista con Sánchez Santos. Ellos pensaban que la educación por si misma no cambiaría el destino de los indígenas: “la instrucción obligatoria es inútil, decía Cosmes, porque de nada sirve al indígena saber leer y escribir: esto no cambia su suerte”. Rabasa, por su parte, pensaba que antes de enseñarle a leer al indio era necesario liberarlo de sus propias miserias. Bulnes y el positivista ortodoxo Austín Aragón decían que mientras no se repartieran la tierra y se aumentaran los jornales de los campesinos, la educación sólo fomentaría el inconformismo social. Estos pensadores fueron más bien la excepción que la regla, pues aún Justo Sierra pensaba que la educación por si misma sería suficiente para integrar al indio a la sociedad y mitigar las desigualdades sociales.

En el periodo del Porfiriato hubo una distinción del desarrollo educativo entre los estados del país, por un lado se encontraba el norte progresista, el sur atrasado y el centro, un mundo de transición entre una y otra regiones. Los estados del norte como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Baja California lograron los índices de alfabetización más altos; no necesariamente porque tuvieran los presupuestos más altos , sino porque la política de los gobernadores estaba centrada en la educación.
Los estados menos alfabetizados durante el Porfiriato fueron Guerrero, Oaxaca y Chiapas debido a que contaban con más personas indígenas el cual siempre fue un obstáculo para los programas educativos. A pesar de que los estados del norte le daban más importancia a la educación no eran los más alfabetizados.
Durante el Porfiriato el número de escuelas privadas y del clero era muy inferior al de las oficiales, y de las primeras dos, las privadas superaban con mucho a las segunda. Debido a la escasez de las escuelas y a la pobreza de recursos, el estado porfirista motivó a los particulares, ofreciéndoles útiles o textos escolares, para que abrieran planteles educativos siempre y cuando se sujetaran a las normas y programas establecidos por el gobierno. Los particulares a su vez, ayudaron al gobierno cediendo casa para escuelas sin cobrar renta.
A pesar de las motivaciones que se le daban a las escuelas particulares éstas no eran tan buenas como las oficiales ni tenían tanta demanda, es por ello que disminuyeron durante el Porfiriato. Los que asistían a las escuelas particulares eran los hijos de las familias acomodadas quienes iniciaban su enseñanza en sus hogares para después acudir a una escuela privada, esto es “porque sentían una viva repulsión por las escuelas oficiales”. Sin embargo, eran más los que acudían a las escuelas oficiales debido a que se daba una enseñanza cada vez “más completa y más seria” que incluso las personas de clase media decidieron asistir a ellas. Al igual que existían escuelas oficiales y particulares también habían escuelas del clero que solo formaban una pequeña minoría a pesar de que la tradición católica fue fuertemente arraigada por el pueblo mexicano. Parece ser que muchas escuelas establecidos por laicos funcionaban como católicas, cabe mencionar que la enseñanza religiosa estaba permitida siempre y cuando cumplieran con los programas oficiales.
En el Porfiriato la mayoría de las escuelas funcionaban para uno u otro sexo, es decir, los niños y las niñas no asistían al mismo tiempo a la escuela, a excepción de los lugares marginados que a falta de escuelas los niños y niñas tenían que compartir clases, siempre y cuando estuvieran separados dentro del salón de clases. En la mayoría de los estados, eran más los niños quienes acudían a la escuela debido a que se le daba prioridad a diferencia de las niñas quienes se tenían que quedar en casa para ayudar a sus madres en los quehaceres domésticos.
Como podemos observar, durante el Porfiriato había desigualdades en cuanto a las escuelas que se dividían en oficiales, particulares y del clero; y también en cuanto a la separación de los niños y las niñas en la educación.

LOS MAESTROS DE LA REVOLUCIÓN (1910-1919)

La revolución mexicana interrumpe el proyecto educativo porfiriano, particularmente en lo que se refiere a la centralización de la enseñanza primaria y a los esfuerzos que pretendían homogeneizar al magisterio mediante la unificación de los planes de estudio en la enseñanza normal.
La participación de los maestros durante el movimiento armado fue muy diversa, la mayoría de los docentes no intervino en la política y continuo desempeñando sus funciones sin importar el gobierno para el que trabajaran, no obstante, algunos fueron victimas de la política y padecieron desde el retraso temporal o indefinido de sus sueldos hasta el cese por haber colaborado con el enemigo, otros, quizás los menos, participaron a lado de alguna de las fracciones o grupos revolucionarios como ideólogos, escribanos, secretarios y consejeros de los jefes, organizadores y dirigentes de campesinos y obreros. Algunos de ellos llegaron a ser jefes políticos y militares.
Durante la revolución, la política para formar maestros fue una continuidad del régimen porfiriano, aunque con algunos cambios importantes. Uno de ellos y el más notable fue la interrupción del antiguo proyecto para federalizar la enseñanza primaria, uniformándola en todo el país mediante la centralización, las asambleas nacionales de instrucción pública y el acuerdo entre el gobierno federal de los estados. Esta uniformación pretendía construir un sistema nacional de educación primario moderno con elementos de comunes e igual orientación en toda la república.
El proyecto para federalizar la enseñanza normal se interrumpió por los mismos factores que truncaron la federalización de la educación primaria: la revolución mexicana, descentralizada en un principio, reforzó en el corto plazo la antigua resistencia de los estados para ceder parcial o totalmente sus sistemas locales al gobierno federal.
La revolución también produjo algunos intentos por reorientar la enseñanza normal, como los planes y programas de estudio. En general se buscaba una enseñanza normal mucho más comprometida con el pueblo y la revolución.
Durante la revolución encontramos también signos de continuidad y cambios en la profesión docente, hubo profesores titulados normalistas y no normalistas, profesores titulados por los gobiernos de los estados y por los ayuntamientos y profesores sin títulos.
Durante la revolución los pedagogos, ideólogos o dirigentes magisteriales utilizaron sus conocimientos y habilidades especializados como el principal argumento para reclamar el monopolio sobre los principales cargos directivos del ramo.
Las escuelas normales cumplieron una función ambigua respecto a los cambios sociales y políticos provocados por la revolución: por un lado, transmitieron y reprodujeron los valores del orden, por el otro, fueron transmisoras de los valores del cambio.
No hubo estado o grupo revolucionario que no contara en su fila con más de un maestro, e incluso los cantaron por decenas. También es indudable que hubo maestros que influyeron en los discursos y en los programas de algunos grupos revolucionarios.
Los maestros primarios eran miembros de una profesión de Estado. Además, como miembros de un grupo, visto como subprofesional y por su origen sociodemográfico, sus afinidades eran más cercanas a las de los jefes revolucionarios. Por lo mismo, los maestros primarios tuvieron un menor desprecio que los universitarios hacia los “iletrados”, “ignorantes” y, a veces, “salvajes” jefes revolucionarios.
Durante, y sobre todo después de la revolución, el papel del magisterio ha sido exaltado por casi todos los candidatos a los puestos de representación popular en sus campañas electorales. Esa exaltación tiene un significado múltiple: el papel realmente revolucionario del magisterio, el afán de congraciarse con los maestros como agentes políticos individuales o como gremio, la promesa educativa que esa exaltación encierra y la resistencia de otros grupos de profesionistas como los egresados de las universidades a apoyar a la revolución y a sus candidatos.
La participación de los maestros en la revolución fue mayor que la de otros grupos de profesionistas. Precisamente destaca una de las características de los maestros y de su labor que los distinguen de médicos, abogados e ingenieros, y que pudieron haber contribuido a que su participación fuera mayor.
Los maestros enrolados en la revolución constituyeron un grupo mucho más numeroso que el resto de los profesionistas; sin embargo, su participación fue quizá menor en el periodo prerrevolucionario.
A diferencia de los norteños, los maestros del centro y del sur del país se incorporaron hasta después del triunfo de la revolución.
La participación del magisterio del norte, aparte de corresponder el fenómeno más general de adhesión o subordinación al gobierno revolucionario en turno, fue el resultado de otro fenómeno: al igual que la sociedad norteña, los maestros normalistas formaban parte de una especie de sociedad nómadas seminómada, integrados por migrantes del resto del país con un intenso intercambio físico y de información con estados unidos.
¿Quiénes y cuándo fueron a la revolución?
Los maestros se sumaron a la revolución en los estados y ayuntamientos que se fueron a la oposición desde el principio o en los que dominaron los primeros grupos opositores al gobierno de Díaz.
Muchos profesores siguieron trabajando o colaborando con los gobiernos y ayuntamientos oposicionistas, igual que lo hacían antes de que se convirtieran en opositores al régimen; en algunas partes las autoridades siguieron siendo las mismas.
Al principio fueron muy pocos los maestros que por decisión personal se enrolaron en alguno de los grupos alzados o levantados en una región distinta y distante al lugar donde desempeñaban su función docente.
Durante la revolución los normalistas querían desplazar a los médicos, a los abogados y a los ingenieros de los órganos colegiados, de las oficinas de instrucción pública y de las cátedras de las escuelas normales, pues consideraban que esas posiciones eran suyas, por lo que progresivamente las habían ido ocupando.
En cierto sentido, el profesor de primaria era más un profesionista de la educación que el universitario. Una de las razones más obvias era la proporción de maestros de tiempo completo en la que los primeros sobrepasaban a los segundos, en otras palabras, eran más los maestros de primaria que vivían de y para la docencia.
Los normalistas populares fueron muy exaltados por los jefes revolucionarios, a diferencia de los universitarios elitistas quienes fueron fustigados. Los normalistas le reprochaban a la universidad y a los universitarios su conservadurismo y elitismo, a fin de alcanzar una mejor posición tanto en el nuevo orden posrevolucionario como en la sociedad, la política, la administración pública y la dirección educativa nacional o de los estados.
Durante la lucha de revolución los maestros enfrentaron dos desventajas: la crisis de las escuelas normales heredadas del Porfiriato y la politización del reclutamiento; de igual modo, contaron con una doble ventaja: la expansión de la profesión docente y la tensión entre los gobiernos revolucionarios y la universidad.
La presencia de los maestros en la revolución fue muy importante tanto para los jefes militares como para el mejoramiento de la educación.